domingo, 28 de marzo de 2021

NO TODO LO QUE CUENTA PUEDE SER CONTADO




Albert Einstein dijo “No todo lo que cuenta puede ser contado y no todo lo que puede ser contado cuenta”

Corría el año 1921 cuando hizo esta reflexión. Un gran año para Einstein ya que sus explicaciones sobre el efecto fotoeléctrico y sus numerosas contribuciones a la física teórica le valieron el Premio Nobel de Física.

Volviendo a la reflexión de Einstein y aplicándola al campo de la satisfacción del cliente me lleva a la conclusión de la importancia de lo intangible, lo que no podemos medir fácilmente, es decir, lo que cuenta y no puede ser contado.

Y puedo decir que este es un tema que siempre me ha llevado a una dicotomía, por un lado mi faceta como economista en la que pienso que lo que no es medible es difícilmente gestionable y por otro lado mi profesión donde en el día a día veo cosas que son difíciles de medir pero por otro lado son evaluables.

Como mediaríamos por ejemplo la calidad personal y profesional de un responsable de atención al cliente, o el esfuerzo que pone un persona que trabaja en “front office” para alcanzar un objetivo marcado, la habilidad para resolver situaciones, etc.

Si me voy un plano más metafísico diré: ¿Es medible la felicidad?

Me voy a autoresponder con una descripción de Eduard Punset:
  • "La felicidad es la antesala de la felicidad", es decir, alcanzo la máxima felicidad en el momento que pienso que voy a obtener el resultado final que esperaba. ¿Es medible ese momento?

Todo ello me lleva a pensar que hay parámetros medibles y otros que no lo son, lo cual no quiere decir que no podamos evaluarlos, deberemos fijarnos en esos parámetros medibles y evaluar con cierta subjetividad otros parámetros más intangibles. Aquí radica la habilidad que todo directivo debería poseer.
   
Por eso, y tal como decía Einstein, hay cosas que cuentan que no pueden ser contadas.

domingo, 17 de junio de 2018

TENER MUCHOS DATOS DEL CLIENTE NO ES LO MISMO QUE TENER UNA RELACIÓN


Mi gran introductor en temas de Marketing Relacional (especialidad de marketing que busca generar relaciones rentables con sus clientes) fue el profesor del Departamento de Dirección de Marketing de ESADE, Manuel Alfaro (una de las personas en este país que más conoce esta disciplina). 
Manuel Alfaro me dijo en cierto ocasión en tono de broma:
“Tener muchos datos del cliente no es lo mismo que tener una relación. Si fuera así, podría presumir de mi relación con Nicole Kidman. Y no es el caso”

Esta información tratada en forma distendida recoge una afirmación muy cierta, tener todos los datos posibles de un cliente no significa en modo alguno haber construido una relación con él.

Dicho esto yo soy de la opinión que como empresa debemos intentar crear relaciones estables con nuestro clientes, puede ser que esto no lo lleguemos a conseguir con el 100% de ellos ya que muchos preferirán seguir comprándonos de manera tradicional, es decir, hacer una transacción determinada y no facilitarnos más datos e información, pero nuestro objetivo debe ser el construir relaciones y lazos con ellos.

Y es que el verdadero negocio de toda empresa no es sólo hacer clientes sino mantenerlos y maximizar su rentabilidad. Visto de otra manera, la fidelización de los clientes es la base del éxito de cualquier negocio.


Marketing Relacional ...   Lo primero las personas
 
La creación de una propuesta relacional, según mi punto de vista, englobaría cuatro fases:


Fase 1

Visión organizativa relacional

La misión y la visión de la empresa sobre el cliente deben ser relacionales.

Desde la dirección general hasta la última persona de la empresa deben estar comprometidas y creer en el proyecto.


En mi trayectoria profesional me he encontrado con empresas que mientras el departamento de marketing creaba una acción, o un evento, para premiar a un cliente estratégico, la misma semana el departamento de contabilidad le enviaba a dicho cliente una carta de reclamación (en un tono firme, por no decir implacable) por un impago de 20 euros, que posiblemente ha sido motivado por un descuido.



Fase 2

Diseñar una estrategia relacional

 
  • En primer lugar analizar la situación en la que se encuentra la empresa respecto de los clientes, como estamos interactuando con ellos.
  •  En segundo lugar, ver cuales son las actividades de la empresa que más relacionadas están con los clientes. Determinación de las actividades orientadas al cliente.
  •  Comunicar, comunicar y comunicar.

Todos los miembros de la empresa deben tener información de los valores, la misión y los objetivos de la empresa, esta información ha de ser fluida y bidireccional (vertical y horizontalmente), tanto de los trabajadores hacia la dirección como de la dirección a los trabajadores.

Hemos de pensar que la falta de información potencia la invención y este hecho no nos favorece como empresa.

Una vez definida y estructurada de manera periódica esta comunicación interna debemos potenciar una comunicación fluida con los clientes que debe ser interactiva.

  • Finalmente estableceremos el plan de marketing relacional. Que nuevos objetivos queremos establecer con nuestros clientes, que acciones vamos a realizar con ellos a partir de ahora, que responsabilidades vamos a derivar en este momento a nuestro equipo, que recursos vamos a destinar a ello, y por supuesto que sistema de control (desviaciones) vamos a implementar.

Fase 3

Inicio de la relación (entendida en el contexto del marketing relacional).

Vamos a cambiar la forma de interactuar con los clientes de la forma transaccional a la relacional y vamos a crear una serie de actividades relacionales.

En la fase 2 había hablado de diseñar una estrategia relacional pues esta se compone de una serie de actividades que hemos de personalizar e individualizar, que han de aportar valor a nuestros clientes, y este valor lo han de percibir en formar de beneficios o privilegios, mejoras que reciben gracias a que optan por mantener una relación con nosotros.

Estas actividades relacionales pueden ser múltiples y muy variadas, profundizaré en ellas en un nuevo post.

Fase 4

Adquisición de medios y recursos necesarios.

Aquí cabria destacar la implementación de tecnología para llevar a buen puerto este cambio hacia la implantación de una estrategia relacional.

Desarrollo de una Web, Intranet; Minería de Datos, Business Intelligence y en particular un programa de gestión de la relación CRM (customer relationship management).
Indudablemente el CRM requiere una filosofía de negocio centrada en el cliente y una cultura de empresa que apoye decididamente los procesos de marketing, ventas y servicio. Por lo que sería innecesario integrar un programa de este tipo si no hemos cambiado la filosofía de la empresa de transaccional a relacional.

Las aplicaciones CRM permiten implantar la gestión de la relación con los clientes cuando la empresa tiene el liderazgo, la estrategia y la cultura acertada.


Por lo tanto y tal como me dijo a mi el profesor Alfaro, no confundamos datos con relación.


Para terminar este post voy a insertar un video muy interesante de dos minutos de duración donde se puede ver el divorcio del cliente con la marca, que no se hubiera producido si se hubiera cultivado una relación de confianza.







sábado, 8 de julio de 2017

LIDERAZGO EFICIENTE


En el post de hoy me gustaría recomendaros un video de la película “Hoosiers: Más que Idolos” protagonizado por Gene Hackman en 1986. 

Os aconsejo verlo cuando dispongáis de 10 minutos. El Post de hoy sólo os llevará 2.

 


En el video podemos apreciar las diferentes etapas del modelo de desarrollo de equipos de Tuckman, vigente en nuestros tiempos. Y es que el cumplimiento de los objetivos de una empresa pasa por contar con una buena conducción. 

Y por ello coincido plenamente con la guía encargada por el “Chartered Institute of Personnel and Development” a John Adair, en la cual se destacan las siete pautas de liderazgo que las empresas modernas deben seguir para contar con buenos dirigentes.

Siete claves

1.  Selección
Una buena selección es la puerta al éxito. Si optas por una persona con las capacidades necesarias para tu negocio, todo se hará más fácil. Por el contrario, cuando eliges mal, el líder no será apto para liderar en diferentes escalones de la organización.

2.  Formación
Es necesario dar la formación adecuada para ayudar a los gerentes a adquirir habilidades y convertirse en buenos líderes.

3.  Largo plazo
Este tercer punto va estrechamente ligado al segundo, pues de nada vale crear un plan de formación de corto plazo o realizar cursos cada cierto tiempo. Debe existir una política de desarrollo contante y de largo plazo.

4.  Integración
No se trata sólo de integrar a los empleados, sino también de integrarse al grupo. De nada sirve planear o manejar los procesos únicamente desde afuera, ya que el líder debe implicarse, como cualquier otro empleado, en la consecución de los objetivos comunes.

5. Mentoring
Se debe actuar como mentores de liderazgo y enseñar, a través de los errores y aciertos cometidos, para así asesorar a los nuevos líderes.

Si no dejas huella en otros, no dejas nada.

6.  Autodesarrollo
En sexto lugar, es necesario que haya autodesarrollo. Los administradores deben preocuparse de su propio desarrollo y asegurarse de contar con espacio para reflexionar sobre los problemas de la empresa y cómo solucionarlos. La formación académica también forma parte importante de este proceso.

7.  Empatía
Finalmente, las organizaciones necesitan entender qué procesos necesitan de los líderes y utilizar ese conocimiento todos los días. ¿Cómo saber qué personas necesitamos si apenas conocemos qué se necesita de ellos?.

"Y es que el líder más exitoso es aquel que reconoce la grandeza que se encuentra en los demás"

sábado, 24 de junio de 2017

TODO NECIO CONFUNDE VALOR Y PRECIO

Quiero hacer hoy una reflexión del significado de “Valor” para el cliente y porqué es una equivocación basar todas nuestras estrategias empresariales en la variable “Precio”.



Esta frase de Machado, gran literato, pero a la vez existencialista, filósofo, y para mí en cierto modo, precursor de algunos conceptos del marketing moderno, es muy aplicable a nuestras empresas y como estas gestionan la relación con sus clientes.

Si me voy a un concepto purista de “Valor” diré que; “Valor” es la diferencia entre todo lo que me aporta un producto o servicio menos todo lo que me cuesta.
  • Entendiendo por todo lo que me aporta: el propio producto o servicio, las personas que me atendieron, la imagen de la empresa, la satisfacción obtenida.
  • Y todo lo que me cuesta por: el importe que pago, el tiempo que dedico en el proceso (hoy en día factor muy importante) la accesibilidad para adquirirlo, la energía que he tenido que emplear, el desgaste psíquico de obtenerlo.

Entonces estamos comprobando que cuando adquiero un producto o servicio no sólo es un factor definitivo el precio (aunque indudablemente sea importante). En muchas ocasiones la diferenciación no ha de ir por esta vía sino en potenciar todas las otras variables que conviertan el proceso de compra o de utilización de un servicio en un acto placentero, que en conjunto me aporte una experiencia agradable.

Por todo ello discrepo con aquellos que opinan que el cliente es infiel por naturaleza, yo no creo en la infidelidad del cliente, sino en la falta de habilidad para encontrar aquellos ítems o estímulos que lo motivan hacia nuestro producto o servicio.

Si sabemos aportar “valor añadido” de manera continuada en el tiempo conseguiremos la lealtad del cliente, que a de ser simétrica, no pidamos lealtad sino estamos dispuestos a darla.



Por tanto, no confundamos Valor y Precio

miércoles, 21 de junio de 2017

La Gestión del Cambio en las Organizaciones


Estamos viviendo una época de cambios rápidos, los nuevos desafíos atentan seriamente sobre la supervivencia de las organizaciones, nuevos competidores externos, movilización de capitales, dificultad para retener al talento humano y tecnologías cambiantes son elementos que obligan a las personas que llevan las riendas de las firmas a estar preparadas para el cambio y no solo a eso sino a tener la habilidad de motivar a su gente para alcanzar la renovación continua.

La Gestión del cambio comienza con el cambio de la forma de pensar y ver la organización por parte de la dirección de la empresa, si esto no sucede es muy difícil que se pueda inculcar al resto de trabajadores de la misma.


Si no usas tu sabiduría para crear cambios positivos, sigues siendo parte del problema no de la solución


Abraham Maslow en su teoría de la Jerarquía de las necesidades humanas, planteó que los seres humanos somos eternos buscadores de seguridad, y cuando la encontramos nos aferramos a ella, representada en “algo” (modelos, creencias) que asumimos como ciertos aunque sean falsos, pero que serán ciertos en sus consecuencias.


“Aunque sea falso en sus causas, es cierto en sus consecuencias”Teorema de Thomas






Según mi opinión y experiencia profesional voy a citar tres causas (en realidad podría señalar alguna más) que atan a las empresas con el pasado y que las impide evolucionar hacia una dinámica de cambio que las permita competir en una economía globalizada como la actual:

·  La estructura piramidal intocable y paquidérmica, cuando el nuevo paradigma nos indica (teoría holandesa) que si la estrategia de servicio cambia, el organigrama debe cambiar, porque el organigrama es un medio y no un fin en sí mismo.

“La estructura sigue a la estrategia” dicen los holandeses


·  Las series en los puestos (Directivo feudal 1, Directivo feudal 2, Directivo feudal 3) atentando contra el trabajo en equipo y la solidaridad laboral, ya que ese sistema perverso de redactar las clases de puestos en forma fraccionada “educa” a la persona a ser egoísta, en contrasentido con la definición de la palabra “trabajo”: esfuerzo cooperativo entre personas para lograr objetivos y metas en condiciones de eficiencia y eficacia, con recursos escasos para necesidades crecientes.

No nos quejemos entonces de la conducta del personal, porque muchas veces la misma es producto del propio sistema.
¿Porqué perjudicamos a personas en concreto? De las cuales la empresa conoce su valía, personas que destacan por encima de la media, y que aportan valor y conocimiento a las organizaciones. Porque dejamos que la envidia de los mediocres oscurezca el talento de los validos.
· Jefes no rotativos, escogidos a dedo, invalidos para los puestos seleccionados, enclavados en el mismo puesto por períodos tan largos, que comienzan a ver todo normal, al extremo de que ya no ven nada, ya que lo normal es intrascendente al intelecto.

¿Es normal que todo caiga hacia abajo?, hasta que Isaac Newton se preguntó ¿por qué? y descubrió la Ley de la Gravedad

El modelo alemán –confirmado por los japoneses- plantea períodos rotativos de no más de ocho años en posiciones homólogas, considerando que ese es el tiempo máximo en que una Jefatura mantiene capacidad innovadora, y si la única constante es el cambio constante, el sistema organizativo debería propiciar la actitud de cambio.
Dicho esto concluyo este post indicando lo importante que es el cambio en las organizaciones partiendo de la dirección de la misma para luego ser aplicada por todos los estamentos de la empresa.

Cuando las circunstancias cambian, yo cambio de opinión. ¿Usted que hace?
John Maynard Keynes (1883-1946) Economista inglés.